En estos días estamos siendo testigos de cómo el Estado está apretando cada vez más a la economía doméstica (demasiado maltrecha tras los últimos años del Zapaterismo) de los españoles. Subida de tasas de Universidades (ver El Bufón de la Corte-Parte 2), en la retención IRPF de las nóminas (ver Con Carita de Tontos), reforma de la Ley de Sanidad o el anuncio de una futura subida del IVA son algunas de las "perlas" del Gobierno de Rajoy.
Mucha gente esperaba una reducción del volumen de la Administración, pero supongo que la negativa a tal reivindicación se puede explicar diciendo que "es más fácil recortar de ALLÍ que de AQUÍ". Esta sesión de adelgazamiento en la maquinaria del Estado aunque necesaria, tiene dos formas de realizarse, BIEN o MAL.
MAL: El Estado puede "tirar por la calle del medio" y eliminar "del tirón" Diputaciones, agrupar gestión de pueblos y CCAA, cerrar oficinas de dichas Comunidades en el exterior, etc...
BIEN: El Estado, tras abaratar la contratación y relanzar el tejido empresarial, puede eliminar Diputaciones, agrupar gestión de pueblos y CCAA, cerrar
oficinas de dichas Comunidades en el exterior, etc...
Puede parecer que las dos formas son idénticas, pero lo cierto es la eterna disyuntiva de si el fin justifica o no los medios utilizados para alcanzarlo. Vamos a explicar una y otra medida.
Actualmente nos encontramos con 5 millones y pico de PARADOS, esta cifra, aparte de ser como una lista de bajas en la guerra que estamos librando con la CRISIS, también es el número de personas de la que no sólo no cobran Impuestos (no tienen nóminas de la cual retener IRPF o Seguridad Social y su nivel de consumo es mínimo) sino que "encima" (dicho con respeto) son gente que el Estado tiene que pagar. Esta cifra está lastrando a la economía del país y a medida que aumenta, se pone más difícil la posibilidad de encontrar un trabajo ya que cada vez hay más candidatos para dicha plaza.
Con este escenario, si la sesión de adelgazamiento del Estado se hace MAL, sólo se va a conseguir que la cifra de PARADOS suba a los 7 millones, el consumo en el país disminuirá a límites insospechados, el colapso en la Seguridad Social será cuestión de tiempo y el país tendrá que colgar el cartel de "Cerrado por Derribo" al no poder pagar esas "prestaciones por desempleo", y si la población no tiene dinero para vivir, ya sabemos cuál es el siguiente paso ¿no?
Ahora bien, si el Estado se centra en el abaratamiento de la contratación y en relanzar el tejido empresarial, esas PYMES podrán asumir la contratación de esos despidos y de gran parte de los 5 millones de parados existentes (como siempre ha ocurrido en España, donde el 95% de las empresas son PYMES), cobrando de este modo cotizaciones a la Seguridad Social, retenciones de IRPF, se volverá a consumir (recaudando más IVA) y equilibrando de este modo la balanza de ingresos y gastos del Estado ya que se pagarán menos "prestaciones por desempleo".
Hay quien prefiere la primera de las opciones, alegando que cada uno se busque la vida y que si aqui no hay trabajo, que se vayan fuera. Bien, es una afirmación muy respetable, pero que tengan en cuenta que esa gente que se va al exterior, va a pagar sus impuestos en los países donde trabajen, impidiendo de este modo que el Estado recaude nada de ellos, consiguiendo, en mi opinión, una huida hacia delante, convirtiendo a España en "aquel lugar" que retrataba Duncan Dhu en su canción.
Pd: Una última reflexión, "sacar adelante una familia con poco dinero echando a la calle a la mitad de sus miembros, no tiene mérito. Lo que sí tiene mérito es hacerlo y que todos ellos coman a diario"