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viernes, 21 de septiembre de 2012

Polvora del Rey

     Durante la época de los tercios españoles, cada soldado recibía una paga con la que debía, además de pagar sus necesidades, comprar la pólvora necesaria para la batalla. En ocasiones, esa munición se podría obtener de almacenes o polvorines de artillería sin coste alguno para el soldado, en ese caso se decía que se disparaba con "Pólvora del Rey" y se tenía menos cuidado a la hora de dispararla porque no salía del bolsillo del soldado. En la actualidad seguimos teniendo bastante "Pólvora del Rey", solo que ahora no es despilfarrada por nuestros tercios en Flandes, la despilfarran nuestros políticos en forma de Autonomías, Diputaciones y demás instituciones de dudosa utilidad.

     Allá por el año 1977 empezó la sin razón en la que se ha convertido la España actual, en ese año el Presidente del Gobierno, Adolfo Suarez, para calmar las ansias independentistas de una "comunidad pequeñita de ahí arriba" reinstauró la Generalitat de Cataluña. Durante los años venideros se procedió de igual manera con el resto de comunidades empezando con el País Vasco y terminando con Extremadura en el año 1983, año del nacimiento de la Bestia.

     Bueno, España se convirtió entonces, en un Estado descentralizado con 19 comunidades autónomías, cada una de ellas con diferente grado de autogobierno, grado que se fijó dividiendolas en 2 grupos:

1.- Las Comunidades Autónomas de Régimen Especial: Andalucía, Galicia, Navarra, País Vasco y Cataluña.
2.- Comunidades Autónomas de Régimen Común: Asturias, Cantabria, La Rioja, Aragón, Valencia, Baleares, Murcia, Extremadura, Castilla la Mancha, Castilla León, Madrid, Ceuta, Melilla y Canarias.

     La diferencia entre ellas consistía en que las primeras deseaban tener una relación más federalista con el Estado y en consecuencia se les cedió un mayor número de competencias que al resto de autonomías.

     Pues bien, ya tenemos montado el Estado de las Autonomías pero, como decía SUPER RATÓN, "no se vayan todavía, aún hay más" pues esta estructura la debemos sumar a la ya creada en el año 1836 en las Cortes de Cadiz, hablo de las Diputaciones Provinciales.

     ¿Qué es una Diputación? como diría Yoda, "gran pregunta esa es, pequeño padawane". Vamos a ver, era la división existente en España antes de la llegada de las Comunidades y su función es la de gestionar los intereses económico-administrativos de su territorio, en resumidas cuentas, algo parecido a las autonomías pero en pequeñito. Son un total de 41 ya que el caso de las Comunidades Autónomas uniprovinciales son las propias Comunidades las que realizan esta función.


     Vale, ya hemos terminado ¿no? qué más quisieran, todavía nos queda "otra división" más en este Estado que tenemos, los Ayuntamientos. En este caso, tenemos unos estamentos públicos cuya labor consiste en realizar funciones de órgano de gobierno o administración local de un municipio.

     Ahora si, ya hemos terminado de explicar la "estructura del Estado Español", bonita ¿verdad? pues vamos a presentarla.


ESTADO CENTRAL

COMUNIDADES AUTÓNOMAS

DIPUTACIONES PROVINCIALES

AYUNTAMIENTOS

     Tal vez en un primer momento, esta división se creó para "acercar" la administración central al ciudadano, pero ese objetivo se ha perdido y en la actualidad sólo tenemos una estructura de Estado obsoleta, sobredimensionada, ineficaz y que sólo sirve para generar duplicidades.
Ejemplo:
Tenemos a un Concejal de Educación de una localidad X, la labor de ese concejal es la de ser un mero vaso comunicante entre el Ministerio y el ciudadano, digamos que no puede tomar decisiones sobre la materia educativa de forma unilateral.(vale, también tiene potestad para autorizar o no la construcción de un Colegio Privado en su municipio)
Por otro lado tenemos también al responsable de Educación de la Diputación Y a la cual pertenece el municipio X, este responsable tampoco puede tomar decisiones sobre la materia educativa, por lo que también es un mensajero.
Además tenemos a un Consejero de la Comunidad Autónoma Z a la que pertenecen la Diputación Y y el municipio X, este, a diferencia de los anteriores si puede tomar decisiones educativas, pero digamos que estas decisiones vienen acotadas por su Estatuto de Autonomía que previamente ha sido aceptado en el Congreso de los Diputados, por lo que hace lo que el Ministerio de Educación le ha dejado hacer.
Por último tenemos al Ministro de Educación que sí puede tomar decisiones sobre la materia educativa, eso si, sin pasarse, porque como estamos en la Unión Europea, todos los planes de estudios deben estar más o menos homologados allí, por lo tanto, se les puede también considerar un eslabón más de la cadena burocrática.

     O lo que es lo mismo, tenemos en el área de Educación 5 eslabones de cadena burocrática, como mínimo 2 de ellos podrían perfectamente desaparecer o verse reducidos. La Diputación Y podría perfectamente desaparecer, pasando dicha función a la Comunidad Autónoma Z y el Municipio X podría prestar muchos de sus servicios a través de internet, ¿recordáis aquello de la Administración Electrónica? Pues eso.

     En resumen, a día de hoy el estado español se ha convertido en una gran máquina burocrática, lenta, costosa, obsoleta y que se mantiene sólo por motivos meramente políticos, antes el PSOE no desmanteló el Estado de las Autonomías porque gobernaba en muchas de ellas y no se iba a quitar PODER y ahora sucede lo mismo con el PP, pero eso sí, mientras tanto seguimos manteniendo cargos intermedios cuya labor casi exclusiva se asemeja más a la de un mero mensajero que a la de un gestor porque no tiene nada qué gestionar. Ahora bien, señor Montoro, después de leer esto ¿sigue pensando que no existe un plan B? estoy seguro que seguir disparando con Polvora del Rey no es un buen Plan A.





1 comentarios:

  1. Me pregunto si no sería interesante, en caso de que alguna vez se diese un consenso adecuado entre los partidos mayoritarios (ojalá coincidan alguna vez dos dirigentes con pelotas y patriotismo), suspender las autonomías (por ejemplo cuando Cataluña o el País Vasco se declaren independientes, o ambos a la vez) y potenciar las diputaciones mediante elecciones democráticas, no como ahora, que esos diputados salen de no se sabe dónde. Naturalmente, sin cederles la educación, la sanidad, la justicia, etc. Así, en el caso de nuevas sublevaciones, es un decir, solamente lo haría una provincia. ¿Ingenuidad? Es posible, pero no me extrañaría que de seguir la crisis (creo que va para largo) la Unión Europea nos obligara a desmantelar este delirio de estructura administrativa y triplicidades que ahora tenemos. Un saludo cordial y enhorabuena por el blog, que tiene una pinta estupenda.

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